Seguro que si preguntamos a nuestros amigos o familiares cuáles son sus aficiones, entre ellas encontramos viajar. De hecho, probablemente también sea una de tus propias prioridades, y es que es muy difícil a día de hoy dar con alguien donde entre sus planes no esté hacer una escapada cuando el tiempo se lo permite. El término viajar no es simplemente desplazarse, sino que abarca muchos significados. Para vivir una experiencia enriquecedora, ya no acudimos a plantear salidas de alto coste, sino que la vivencia comienza en el mismo instante que queremos hacer algo nuevo y ver las mejores maneras de cumplirlo. Planificar, hacer ruta, encontrar los mejores lugares donde alojarse, qué ver… antes de hacerlo realidad, ya estamos disfrutando.
Una de las características que tienen las nuevas tecnologías es que nos han permitido acceder a portales que nos ayudan a escoger el mejor método para hacer nuestro viaje, adaptándose a nuestro presupuesto o necesidades. Hay infinidad de posibilidades para que no nos pongamos excusas y disfrutemos de los beneficios que nos da viajar:
Calidad de vida
Está demostrado por la ciencia que, todo aquello que podemos vivir en nuestras escapadas y viajes, aumenta la calidad y tiempo de nuestros años de vida.
Aprendizaje
Da igual dónde vayas, de cualquier destino puedes aprender. No solo nos referimos a la cultura o historia específica, sino al crecimiento personal que te ha reportado haber escogido, haber podido abrir la mente, tener la capacidad de decisión para descubrir un nuevo espacio y, sobre todo, haber salido de tu zona de confort. Hasta de la experiencia peor podemos sacar algo bueno, ya que como humanos estamos en continuo aprendizaje. Seguro que has podido compartir tiempo de conversación con alguna persona desconocida o caminar por calles que no sabías que te ibas a encontrar, ni con tu planificación realizada. Después de haber viajado, reflexiona ante ello. Viajar es eso: descubrir y descubrirnos.
Adiós al estrés y la ansiedad
En el momento que realizamos un viaje, nos mantenemos presentes porque nos proponemos disfrutar de ese instante, ver el destino, realizar todos los planes que nos hemos marcado, observar, escuchar y mantener conversaciones. Cuando esto ocurre, olvidamos nuestras preocupaciones, pues las dejamos en el lugar de origen. Ya no solo estamos en otro lugar físicamente, sino que nuestra mente también está enfocada en disfrutar del nuevo espacio y experiencia. Por un tiempo, la ansiedad y el estrés de cualquier problema o tema que nos preocupaba antes de viajar, pasa a un segundo plano y no concentra toda nuestra energía.
Abre tu mente
Viajar nos regala muchas capacidades, como la de poder descubrir y el sentirnos válidos y autosuficientes. Nos aleja de los miedos, pues nos hemos visto con la valentía de hacer cosas que antes no habíamos hecho y hemos sobrepasado ciertas limitaciones.
Toma de decisiones
Aquello que aprendes cuando vives una experiencia, no solo se queda en ese lugar, sino que te lo llevas contigo mismo para poder poner en práctica en tu día a día o en momentos cotidianos. Esto te permitirá usar la imaginación para enfrentarte a nuevas situaciones. La capacidad comienza el día que nos planteamos hacer una escapada, ya que desarrolla nuestra iniciativa de toma de decisiones. Pero, durante todo el proceso, sigue activa… y nunca termina.
Comunicación
Desde pedir consejo para planificar el viaje, como de destino propio, escuchar a otra gente sus opiniones, leer reseñas… hasta todas las personas que has podido conocer durante el viaje. Si hacemos balance, estamos en continua comunicación y, a lo largo del día, hemos compartido charla con muchas personas. De todas ellas podemos sacar algo. Además, nos permite también expresarnos y dar nuestras opiniones.
Empatía
Si descubres a las personas del destino al que viajas, podrás conocer sus costumbres, su forma de pensar, actuar, el por qué de sus actos y sus palabras. La empatía se conoce como “ponerse en los zapatos del otro”, y nada como estar compartiendo espacio y tiempo con la gente que vive cada día ahí. Podrás eliminar prejuicios, podrás comprender cosas que hasta ahora no habías pensado. Viajar desarrolla tu grado de empatía y te hace mucho más comprensivo en ciertos aspectos.
Visión de las circunstancias
Aprendes a relativizar. Viajar te permite ver otras circunstancias, otros momentos y otra manera de enfocar situaciones. Eso te ayuda a también adoptarlo para ti, puedes considerar darle menos importancia a temas anteriores que te preocupaban, o encontrar la manera de afrontar algunas vivencias. Al abrir tu mente, también abre el campo de posibilidades.
Los beneficios de viajar son muy numerosos, cada uno puede encontrar el suyo propio y particular, por eso en We Park no queremos que te quedes sin la ocasión de poder vivir esta experiencia: cuidamos de ti. Y, como sabemos que la seguridad la consideras muy importante, nosotros nos encargaremos de tu coche con vigilancia 24 horas para que tú solo te limites a disfrutar de la escapada.