Realizar un viaje con las personas a las que quieres siempre es una buena experiencia ya que estás compartiendo lo que más te gusta con quienes más te gustan. Pero, cuando lo hacemos con los más pequeños de la casa, debemos tener en cuenta que existen unas particularidades. Las mismas inquietudes, inseguridades y hasta miedos que tenemos los adultos, pueden también aparecer en ellos, por eso nosotros tenemos la responsabilidad de acompañarlos en cualquier de sus estados y llegar a minimizarlos.
Ahora que ya están aquí las vacaciones de verano, probablemente a vuestro próximo destino se llegue en avión. Antes de montar en él, puedes leer las siguientes recomendaciones para que el trayecto en un avión con niños, sea más sencillo para ambas partes:
1. Comparte la experiencia de volar con él o ella
Dependiendo de la edad que tenga el niño con el que vayas a viajar, seguro que podrás dialogar de una manera u otra. Es aconsejable que hables de la experiencia de volar. Ya no solo del propio trayecto en el avión, sino de compartir con él los planes que se van a realizar y hacerle partícipe de poder incluir él nuevos. Escucharles es el primer paso para saber qué es lo que sienten y poder hacer más pequeño cualquier posible malestar, tanto emocional como físico, que posteriormente nos puede ocasionar imprevistos en el viaje. Saber qué se va a hacer y de qué manera se va a hacer, también le dará al niño la posibilidad de hablar de su miedo a volar si lo tuviera. Las herramientas serán explicarle los beneficios que puede aportarle viajar y transformarlo de una manera lúdica.
2. El juego
El juego es una técnica que se utiliza, sobre todo, para aprender y desarrollar la imaginación. Durante el trayecto, puedes jugar con el niño a ser pilotos o cualquier profesión que pueda estar destinada a atravesar las nubes. También es positivo hacerlo antes, ya que le acercará a lo que posteriormente va a suceder y, además de potenciarle las ganas, le hará reducir el posible miedo que pueda tener a volar.
Con el fin de que el trayecto sea más llevadero, también podéis utilizar el juego durante el tiempo del viaje para amenizarlo.
3. Material extra
Es posible que nos tengamos que apoyar en materiales extra para explicarle por qué se va a realizar el viaje, por qué es bueno hacerlo y para que entienda cómo funciona, por ejemplo, la operación de volar. Cuéntale mediante vídeos cómo es el vuelo, el avión, qué es despegar y aterrizar, qué puede encontrar dentro del avión, etc…
Pero también, durante el viaje, puedes hacer uso de todo ese material para que el trayecto sea ligero. Utiliza materiales que, además de entretenerle, pueda enriquecerle: libros, películas o cuadernos de colorear, entre otros. Aprovecha también ese tiempo para compartir a su lado la experiencia y realizad juntos la misma actividad. Será una oportunidad añadida de compartir tiempo.
4. Su comodidad
Hay que considerar que si se va a estar mucho tiempo sentado o quieto en un mismo sitio, el niño debe estar cómodo. Ten prevista su ropa para el trayecto, que además te ayude a escogerla, pero siempre considerando que debe ser lo más cómoda posible para que se sienta a gusto durante el viaje y que sus prendas no sean ningún inconveniente para realizarlo fácil.
5. Alimentación
Como ocurre con los adultos, previo a un viaje en avión no hay que comer grandes cantidades de alimentos. Los posibles mareos pueden hacer que surja un malestar que no podamos controlar del todo y, principalmente, que ellos no se sientan bien.
En el trayecto sucede del mismo modo: no apostar por comidas muy copiosas que nos puedan provocar sentirnos mal.
6. Háblale de la seguridad
Para el niño es un lugar nuevo, tanto dentro del avión como en las propias instalaciones del aeropuerto. Por eso, siempre que puedas, cuéntale de qué manera debe protegerse en zonas donde se encuentra mucha gente y a quién debe acudir si en algún momento pierde de vista a la persona que le acompaña. Háblale de la seguridad con naturalidad y sin miedo, que nunca lo vea como un enemigo, sino como un posible aliado en el caso de que no esté bajo tu control.
Viajar siempre es una experiencia positiva que nos aporta beneficios físicos y psicológicos, pero si además lo hacemos con niños, podemos aprender mucho más: de lo que vemos y de ellos mismos. Descubrir a través de sus ojos los nuevos lugares es una experiencia dentro de la experiencia. Hacerlos sentir lo mejor posible no es complicado si tenemos en cuenta ciertas recomendaciones.
Disfruta del viaje con los más pequeños, mientras, nosotros desde We Park vigilamos tu coche las 24 horas y lo protegemos en nuestras instalaciones para que la vuelta a casa sea mucho más sencilla.