Aunque se acerca la Primavera, el mal tiempo todavía planea y muchos vuelos se enfrentan a pistas cubiertas de nieve o fuertes lluvias. Seguro que si tienes planificado un vuelo te preguntarás si es seguro viajar con nieve.
No siempre se actúa igual ante una nevada, cuando hay 10 centímetros de nieve se produzca el cierre de aeropuertos o que con niebla de 100 metros se decida cancelar vuelos. Pero es un hecho que si la seguridad está en peligro, los aeropuertos toman las medidas necesarias para preservar la salud de sus viajeros y tripulaciones, cancelando o cerrando pistas de aterrizaje.
Existen varios factores que el viajero debe tener en cuenta si su vuelo se produce con nieve, a parte de dejar a un lado el pánico a volar.
El estado de la pistas con nieve
Con el fin de salvaguardar la seguridad de cada vuelo, los operarios de pista realizan limpiezas, retirando la nieve y evitando su acumulación, todo ello con el fin de que el despegue y aterrizaje sea óptimo. En el caso de que el hielo cubra la pista, la cosa se complica ya que es más complejo de eliminar que la nieve y se requiere el rascado del pavimento de la pista y puede dañar la cubierta. En estos casos, si la capa de hielo es un riesgo se opta por cancelar el vuelo.
Pero no sólo se tiene en cuenta el estado de la pista, por supuesto se revisan el avión y en qué situación se encuentran las ruedas y alas, dado que pude acumular nieve o hielo. Los técnicos cuentan con productos con base de agua caliente y alcohol que mantienen el fuselaje limpio cuando el tiempo no acompaña. De esta forma, se evita la acumulación de hielo y nieve. Asimismo, el calor que desprenden los motores es una gran ayuda para derretir cualquier exceso de agua sólida.
Vuelas con pilotos expertos
Tenemos que confiar en el piloto y la tripulación, ellos son los primeros que velarán en el aire por nuestra seguridad y en caso de detectar que no es seguro realizar un vuelo lo comunicarán con el fin de paralizar el despegue.
Todos los pilotos comienzan su andadura en el aire con cielos despejados, pero el paso de los años hace que se agudice sus sentidos y habilidades para visualizar grandes distancias con cielos nublados. Además, son muy prudentes y consultan el estado del temporal en determinadas zonas con otros compañeros que han aterrizado allí o se encuentran en aquel instante en ese aeropuerto, así como con la torre de control que ayudará a guiar al piloto con climatología adversa.
Otro miedo son las tormentas, ¿qué pasa con los rayos y truenos? Que no cunda el pánico, los rayos no inutilizan los aviones, sí que pueden afectar a los aparatos electrónicos y durante las maniobras de aterrizaje que se genere aquaplaning, tal como ocurre con un coche, pero cuando se acerca este momento la torre de control y operarios de pista están preparados para salvaguardar la maniobra.
Así que si pretendes volar durante estos días de lluvia y nieve, sencillamente déjate orientar por las indicaciones del aeropuerto, si se cancela un vuelo o se cierran pistas, no enfurezcas, recuerda que lo hacen por tu seguridad. Además, si quieres volar mucho más tranquilo puedes dejar tu coche en el parking WePark, donde dispones de plazas techadas para protegerlo de las inclemencia del tiempo.